Echando el ojo
matinal por las redes sociales me llamó la atención un “tuit” que “retuiteaba” uno de Belén
Esteban, a propósito que el libro de esta está siendo líder de ventas, va
más allá de la séptima edición y claro, el comentario de la Esteban era casi
inteligible.
Por supuesto que
estoy sorprendida, como seguro muchos en este país y no dejo de preguntarme como puede ser que
esta señora ande siendo Best Seller, o como es posible tenga tirón y sea imagen de ninguna marca. Pero ahí está la mujer.
Hace años, cuando
iba pasar la tarde con mi madre, la situación muchas veces me llegó a sacar de
quicio porque yo iba a ver a mi santa madre y contarnos, aunque por
teléfono lo hiciera a diario, era por estar con ella por supuesto y hablar de
lo que fuera. El resultando de ese “lo que fuera” consistía a tener tele5 con el “Sálvame diario” y los mismos personajes de siempre gritándose y
sacando unos trapos sucios realmente denigrantes. Aunque lo ofensivo de verdad,
me parece el dineral que mueve el programa y los sueldos diarios que se
embolsan esos casposos personajes.
Salía enfadadísima
por haber tenido que soportar esos programas estresantes llenos de gritos,
amenazas y el venenoso tufillo que se ríen de su público, el cual hace suyas
las historias que allí se lanzan y exhiben sin pudor ninguno.
No sé exactamente
cuando fue el momento en que me di cuenta lo que significaba para mi madre.
Tengo que decir que no me hablaba de ellos como si fueran algo de su vida ,
incluso era bastante crítica con las cosas que ocurrían en el plató, pero
le entretenían.
Mi madre estaba
muy enferma, apenas tenía autonomía y pasaba la mitad del tiempo en la cama o
en el sillón. Dependía de quien estuviera alrededor, además de aparatos que le
diesen una calidad de vida digna mientras se deterioraba irremediablemente
ante nuestros ojos.
A ella le
entretenía y le llenaban los largos días de enfermedad que eran casi una
condena.
Y empecé a “ver”
el programa con otros ojos que no gusto, me parecía y parece una cosa horrible, me
enerva y saca de mis casillas si soy conciente de cuales son los méritos que
hacen que todos esos personajillos para que estén en la pantalla día tras día,
comiendo, bebiendo, haciéndose los ofendidos y hablando como se mueven por los
saraos de la "flor y nata" del país. Aunque una de las cosas que más me sorprende
es como están con el móvil en mano, mandando y recibiendo como fuente fiable
para verter comentarios tremendos.
Entonces acepté la
situación.
Así que en tardes me
sentaba con ella y hablábamos sobre lo que allí ocurría como si tal cosa.
Pasamos momentos desternillantes, que agradezco infinito haber podido compartir
y no pararme a juzgar por qué veía aquello y menos, reprenderla por eso. Cosa que hice muchas
veces antes.
Ahora que no está hago lo mismo con mi tía (su hermana mayor), que sobrepasa las ochenta castañas, quedó viuda
recientemente y se entretiene viendo todas esas marionetas carísimas y sobradas.
Reconozco que Belén no me cae mal. Me parece un muñeco roto que se ha terminado creyendo su
vida de papel couche, aprovechándose de ello y adjudicándose el papel de
Princesa del Pueblo. Quien veremos como ronda en la vida es su hija Andrea, a la
cual le deseo no caiga en la misma trampa facilona que el resto de su patética familia, la de
papá y mamá.
Ese libro se lo
leerán muchas personas por curiosidad, lo ojearán y se lo están comprando “qué
se lo quitan de las manos”.
Retocada entera,
ex-adicta (dice), con más peso, choni se ponga como se ponga y vendiendo
productos de calidad choni como si fueran la panacea. Ahora escribe (que no
escritora) y entreteniendo a montones de personas confesas o no, que se han
asomado a su vida de forma cotidiana o esporádica, pero todos por suerte o por
desgracia sabemos quien es sin género de duda.
Mi última confesión
sobre todo este mundo de brillo falso, me da miedo ya no que las personas de
edad más allá de la jubilación, señoras y señores que también se lo meten
pal’cuerpo, porque les resulta más entretenido mirar las vidas de otros que la
suya propia, sea asiduos de estos programas y petardos sino que hoy por hoy, mucha gente que se le presupone un mínimo de inteligencia y coherencia, hagan
suyo también ese modo de vida y le hagan oídos.
Porque los orcos
fueron inocentes Elfos, los cuales fueron corrompidos (pretérito perfecto simple... y llanamente), sometidos a terribles torturas hasta mutar en engendros aborregados y seguidores descerebrados de un líder temible.
Pues eso te digo.
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